Van de Velde confirma su poco satisfactorio arranque de año
Para nadie ha sido una sorpresa que los primeros meses del año fiscal de Van de Velde no hayan sido nada satisfactorios, considerando que el grupo lanzó una advertencia sobre sus previsiones el pasado mes de abril. El grupo belga especializado en la ropa interior y dueño de las marcas Marie Jo, Andrés Sardá y Primadonna, entre otras, ha confirmado la situación este lunes 9 de julio, al publicar unos resultados preliminares a la baja para el primer semestre.
El volumen de facturación de los seis primeros meses, que aún no ha sido auditado, ha caído un 3,9% hasta los 110,8 millones de euros. A tasa de cambio constante, la caída ha sido un poco menor, del 2,1%.
No obstante, antes de anunciar sus resultados completos para el primer semestre el próximo 31 de agosto, Van de Velde ha precisado que la caída en el volumen de facturación mayorista será del 1,4% sobre una base comprable y que, una vez más enfocándose en un indicador “comparable”, el comercio minorista ha aumentado un 4,3%. Sin embargo, son cifras engañosas, ya que el canal minorista incluye aquí, entre otras cosas, el comercio electrónico, que ha contribuido plenamente desde el 2017.
Y es que el golpe se ha sentido más fuertemente en las boutiques físicas, ya que el grupo belga estima que gran parte del problema es la caída en el número de visitantes, particularmente en el primer trimestre, lo que también ha impactado tanto a sus distribuidores como a su propia cadena de distribución, es decir, las marcas Rigby & Peller, Private Shop y Lincherie.
Si bien esperaba regresar al crecimiento en varios puntos de sus cifras en 2018, el grupo Van de Velde sabe desde ya que no logrará ese objetivo, pero aún puede intentar limitar el impacto en el segundo semestre.
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