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Diana León Banda
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4 jul. 2019
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Valentino entra al terreno de la fantasía y aboga por la inclusividad

Traducido por
Diana León Banda
Publicado el
4 jul. 2019

Uno entraba al mundo de suprema fantasía de moda con el desfile de Valentino del miércoles por la noche en París, el final de cuatro días de pasarelas de Alta Costura y una clara declaración estética en la importancia de la inclusividad.


Valentino - Otoño- Invierno 2019 - Haute Couture - París © PixelFormula - © PixelFormula


Con un elenco multiracial y una banda sonora de grandes clásicos del soul, este fue un sensacional show y colección, que consolida la reputación de Pierpaolo Piccioli como el preeminente diseñador del momento.
 
Una mezcla de gran opulencia, deliciosa excentricidad, un casting perfecto y tocados como los de faraones, que valió una ovación de pie por parte de la audiencia, entre los que se encontraban Gwyneth Paltrow, Celine Dion y Naomi Campbell.

Los primeros looks fueron recibidos con aclamaciones. Se pudo ver un conjunto amarillo canario de falda con volantes en cascada, un top con múltiples flores y una peluca de muñeca de trapo de lana, hasta una camiseta aplastada en color ocre que parecía haber salido de un accidente automovilístico, llevada sobre pantalones lila y un cinturón de seda limón. Un enorme grito de entusiasmo saludó la aparición de la actriz Lauren Hutton en la pasarela con un vestido de seda color lima y un abrigo de cachemira de doble cara color avena con solapa incrustada.

Hubo un momento a la mitad de los 71 looks en el que Piccioli se puso de repente a toda marcha. Paisajes de fantasía sobre columnas de lentejuelas, capas de tejidos arremolinados, vestidos de paisley en capas, todos terminados con pompones, pelucas de lana y seductoras coronas de tela de princesa nubia. Este fue uno de esos momentos de la moda en el que todos los editores, estilistas, críticos y aficionados se miraban a los ojos y asentaban la cabeza colectivamente con un inmenso respeto.
 
Nina Simone estaba en la banda sonora, mientras que las modelos portaban abrigos que tardaron 1700 horas en crearse. En el programa, cada look fue atribuido a una costurera individual del taller de Valentino.
 
¿Pero qué significa toda esta belleza enrarecida? La gran moda debe ser, al menos en parte, un comentario sobre nuestro tiempo. Sin lugar a dudas no es casualidad que la notable explosión de la moda en las dos últimas generaciones haya coincidido con medio siglo de democracia liberal y la creciente independencia de las mujeres.


Valentino - Otoño- Invierno 2019 - Haute Couture - París - © PixelFormula

 
Esta temporada de Alta Costura, con sus visiones de estilo particularmente enrarecidas y románticas, es también un llamado a a la sensibilidad y a la elegancia precisamente en un momento en que políticos machistas vulgares, autoritarios y no liberales controlan muchas de las grandes naciones del mundo. Esto no es para traer a los políticos a la Alta Costura, pero también hay que recordar que los dueños de Valentino son la familia real de Qatar, un estado que actualmente sufre de un boicot económico orquestado por un príncipe saudí testarudo, que mucha gente cree que ordenó el asesinato y la matanza del mayor crítico de su régimen, Jamal Khashoggi.
 
"La inclusión, en última instancia, es un acto tanto creativo como humano", argumentó Piccioli en sus notas sobre el programa.
 
Y eso es lo que hizo que el saludo final de Piccioli fuera tan conmovedor. Él llevó a todo su taller, integrado por dos grupos de “petites mains”, en un recorrido completo por la pasarela dentro de la mansión. Esta ha sido la mayor ovación de pie que hemos visto en París en los últimos años.

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