Ulysse Nardin y Girard-Perregaux, de Kering, reducen una cuarta parte de sus efectivos

Las marcas suizas de relojes pertenecientes al grupo Kering, Ulysse Nardin y Girard-Perregaux, dijeron el lunes que despedirían a 100 personas, es decir, una cuarta parte de su masa salarial debido a la crisis del coronavirus.

La industria relojera suiza ha sufrido un colapso de la demanda durante la pandemia, ya que los puntos de venta de todo el mundo permanecieron cerrados durante varios meses y los turistas, especialmente chinos, ya no visitan los destinos de compras de lujo como París.

“La caída repentina de las ventas provocada por la pandemia, seguida de la tímida recuperación de la industria relojera llevó a la decisión de reducir la capacidad de producción”, indicaron las dos marcas en un comunicado.

Patrick Pruniaux, director general de ambas marcas desde 2018, señaló que las repercusiones económicas de la pandemia “probablemente tendrán efectos durante varios años”.

Las marcas de relojes suizos del grupo Kering se encontraban entre las que, durante los Geneva Watch Days hace diez días, intentaron reactivar la demanda, pero los representantes en la feria expresaron que temían que los trabajos se vieran amenazados, especialmente con los proveedores.

Kering manifestó en su informe semestral el pasado julio que Ulysse Nardin y Girard-Perregaux, adquiridas en 2014 y 2011, respectivamente, estaban teniendo “reorganizaciones profundas” tras haber operado en un mercado frágil durante años.

Las ventas de las dos marcas se redujeron drásticamente y sus pérdidas aumentaron en el primer semestre de 2020, lo que llevó a Kering a reconocer deterioros de activos de una cifra de 201 millones de euros para las marcas de relojes y para la firma de moda Brioni.