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Ana Ibáñez
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9 mar. 2020
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Shandong Ruyi tiene dificultades para obtener financiación para la compra de Bally

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Reuters
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Ana Ibáñez
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9 mar. 2020

Según cuatro fuentes cercanas al caso, a más de dos años del anuncio del acuerdo, el conglomerado chino Shandong Ruyi todavía no habría logrado obtener la financiación necesaria para completar la adquisición de la marca de lujo suiza Bally, un transacción valorada en 600 millones de dólares (alrededor de 532 millones de euros).


Foto : Bally


La empresa china había acordado en febrero de 2018 comprar una participación mayoritaria de Bally a la empresa luxemburguesa JAB Holding, sin revelar los detalles financieros de la transacción, pero los problemas de financiación se han visto agravados por la epidemia de coronavirus.

Todas las fuentes han querido permanecer en el anonimato, ya que esta información es confidencial. Ruyi y JAB han declinado hacer cualquier declaración.

En respuesta a las preguntas de la agencia Reuters, una portavoz de Bally confirmó que la venta del negocio a Shandong Ruyi no se ha completado hasta la fecha.

"En Bally, tenemos la suerte de contar con el apoyo continuo de nuestro único accionista, JAB, un conglomerado privado con una sólida calificación de calidad de inversión", se indicó en un comunicado enviado por correo electrónico.

"Bally ha construido una sólida relación con JAB durante más de 10 años basada en la confianza y la transparencia. Nuestra posición financiera se mantiene sólida", se agregó.


Shandong Ruyi tiene la ambición de crear un imperio mundial de la moda para desafiar a LVMH. La empresa, con sede en el este de China, ya ha gastado miles de millones de dólares en la compra de varias marcas de lujo europeas y asiáticas, incluido el grupo francés SMCP y la marca británica Aquascutum.


Problemas de financiación



Pero desde finales del pasado año, el grupo chino se enfrenta a una creciente presión relacionada con la refinanciación de la deuda contraída para llevar a cabo estas transacciones. Shandong Ruyi casi incumple el plazo máximo del 19 de diciembre para pagar los bonos offshore.

Los problemas de financiación de Shandong Ruyi han empeorado desde la epidemia de coronavirus iniciada en enero, que infectó a más de 80 000 personas y acabó con la vida de más de 3000 en China, lo que obligó a las empresas del país a interrumpir o reducir su actividad.

SMCP, propietaria de las marcas Maje, Sandro y Claudie Pierlot, declaró el 25 de febrero que sus ventas y rentabilidad en China se habían visto significativamente afectadas por la epidemia.

El 20 de febrero, el grupo israelí de prêt-à-porter Bagir anunciaba que se estaba preparando para demandar a Shandong Ruyi, que aún no ha liquidado el pago de una participación mayoritaria en la empresa. El grupo chino había acordado pagar 16,5 millones de dólares (14,6 millones de euros) para adquirir dicha participación, pero todavía le quedan por abonar más de 10 millones de dólares. La semana pasada, Shandong Ruyi dijo que estaban negociando con Bagir para solucionar el problema.

El grupo japonés Renown dijo esta semana en la Bolsa de Tokio que ha había sufrido pérdidas anuales consecutivas debido a la incapacidad de recuperar 4500 millones de yenes (45 millones de euros) de deuda de su empresa matriz, Shandong Ruyi.

El fabricante de moda portugués Calvelex, que fabrica impermeables, chaquetas, abrigos, faldas y pantalones para Aquascutum, interpuso una demanda contra el grupo chino en Hong Kong el 17 de enero, según su director general, Cesar Araujo. Este último explica que Shandong Ruyi dejó de pagar sus facturas en marzo del año pasado y le debe alrededor de 182 000 euros.

Según un portavoz del grupo chino, los problemas con Renown y Calvelex se deben principalmente a las "graves consecuencias" de la epidemia, pero la sociedad está trabajando para resolverlos.

La agencia de calificación Moody's bajó su nota de B3 a Caa1 el 11 de diciembre, aludiendo a previsiones "negativas" para la empresa, ante el mayor riesgo de fracasar en su refinanciación debido a los vencimientos de su deuda.

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