Por
EFE
Publicado el
12 sept. 2014
Tiempo de lectura
2 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

Proenza Schouler se revela contra el calor en la Semana de la Moda

Por
EFE
Publicado el
12 sept. 2014

Nueva York - La firma estadounidense Proenza Schouler imprimió tan profundamente su personalidad en su colección primavera-verano 2015 que se olvidó del calor y el color de estas estaciones, para ofrecer diseños densos y oscuros pero decididamente acertados.

El dúo formado por Jack McCollough y Lázaro Hernández suena ya a sabiduría textil, con apenas doce años desde su fundación, y ocupa en la Fashion Week neoyorquina ese horario, el de la noche, que solo se sigue si existe la garantía de que merecerá la pena.

Su nueva apuesta la mereció, a pesar de decidir salirse de la órbita meteorológica y estar llena de chaquetas de lana y de cuellos cerrados.

Proenza Schouler primavera/verano 2015 | Foto: Pixelformula


Apenas un escote, ni una sola referencia a lo vaporoso. Ni rastro de las flores. La contemporaneidad apuesta por el juego óptico de materiales ligeros con apariencia robusta.

Clásicos como la pata de gallo o el cuadro escocés se encuentran con cueros azules, con texturas plásticas y con un juego volumétrico de todo menos convencional.

Camisas blancas con ribetes y cuellos de cuero negro, estampado de serpiente recorriendo botas de caña alta, cinturones seductores y formando parte del "patchwork" de las gabardinas.

Los hombros se envaran y son casi cuadrados, la caída de vestidos y camisas no es tal: son estructuras medidas que desafían a la gravedad y, como ya hiciera Alexander Wang, el blanco rígido respira por los poros abiertos por la aguja de McCollough y Hernández, que juega con los materiales duros para poder abordarlos en términos casi arquitectónicos.

El estampado de cuadro pequeño y yuxtapuesto en camisas y vestidos que abrió el desfile se convirtió en punto grueso que se abre en vanos de esa misma geometría, esta vez sí frescos, a pesar de la apuesta por la lana como tejido estructural.

Y cuando llega la noche, Proenza Schouler lo tiene claro: el fleco ha vuelto. Primero como cortina sugerente en la raja de las faldas. Luego como elemento protagonista de arriba a abajo en algunos de sus vestidos más elegantes.

Las finísimas telas parecen caer presa de la anarquía, como si esa rigidez previa de la mujer que la firma diseña durante el día tuviera que acabar en una catarsis deshilachada.

Una catarsis estilosísima que confirma que la promesa de Proenza Schouler está más que confirmada.

© EFE 2024. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.