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Rocío ALONSO LOPEZ
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31 ago. 2020
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Neymar y Nike terminan una historia de 15 años

Por
AFP
Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
31 ago. 2020

Desde los 13 años vestía la marca, incluso antes de jugar como profesional. Neymar se separa de Nike tras 15 años de uno de los mayores contratos de patrocinio de la firma deportiva estadounidense.


Neymar, el 23 de agosto en Lisboa, durante la final de la Champions entre el PSG y el Bayern de Múnich - AFP


“Confirmo que Neymar ya no es un deportista de Nike”, dijo Josh Benedek, portavoz del grupo, en un email a la AFP durante la noche del sábado al domingo, sin dar más detalles.

Los medios afirman que el delantero de la selección brasileña y del Paris Saint-Germain, de 28 años, está en conversaciones con Puma, el rival alemán de Nike.

La web brasileña de noticias UOL argumentó que Neymar y Nike no llegaron a un acuerdo sobre la cifra a pagar al jugador por la renovación de su contrato. Las negociaciones entre sus agentes y la firma deportiva llegaron a un punto muerto hace varios meses, según UOL. El diario brasileño Folha de Sao Paulo asegura que el último contrato firmado por Neymar con Nike duraba 11 años, expirando en 2022, por un total de 105 millones de dólares. El número 10 de la selección de Brasil seguirá llevando una camiseta de la marca con su selección, ligada a Nike.

El equipo de comunicaciones de Neymar no ha respondido a las solicitudes de la AFP por el momento. Puma tampoco respondió a las preguntas sobre si el proveedor alemán estaba en conversaciones con la estrella.


Marca



Nike había fichado al jugador cuando solo tenía 13 años y aún no había debutado en el equipo profesional de Santos, el legendario club de Pelé, en el estado de Sao Paulo. Pero los usuarios de internet ya estaban entusiasmados con el talento del preadolescente, el primer ejemplo de una personalidad nacida a través de YouTube.

Neymar, mucho más allá del campo verde, donde forma parte del glorioso conjunto de brasileños que han llevado el número 10, rápidamente se convirtió en una marca, millonaria en dólares y en seguidores en redes sociales. Su personalidad es tan fluida como su apariencia colorida: ropa y accesorios brillantes, peinados estudiados y muchos tatuajes.

"Ney” alimenta a sus fans como nadie con la crónica de sus hazañas futbolísticas, así como con escenas extradeportivas, imágenes de fiestas y de su vida privada, particularmente con su hermana y su hijo o su exnovia, la estrella de la telenovelas Bruna Marquezine, pasando por el registro de la moda y la publicidad.

La revista Forbes, que lo clasifica como la séptima personalidad mejor pagada del mundo, estima sus ingresos para este año en 95,5 millones de dólares, incluyendo los acuerdos de patrocinio.

Pero la marca Neymar también ha sufrido algunos contratiempos en los últimos años, como sus problemas fiscales en España, cuando jugaba en el FC Barcelona (2013-2017), sus simulaciones en el Mundial de 2018, que le ganaron continuas burlas de sus detractores, y sus repetidas lesiones en el Paris SG, que ensombrecieron la asombrosa transferencia en el verano de 2017, un récord de 222 millones de euros y su nombre en la Torre Eiffel como bonificación.


Contratiempos



Pero también estaban las acusaciones por violación hechas por una joven brasileña el año pasado. Nike expresó entonces su “profunda preocupación”, antes de asegurar al jugador su apoyo una vez que la policía brasileña cerró el expediente por falta de pruebas.

Neymar, que aspiraba a convertirse en el mejor jugador del mundo al llegar a París y saliendo así de la sombra barcelonesa de Lionel Messi, jugó un papel importante en la temporada 2019-2020 en la conquista de los grandes títulos nacionales (victorias en el Campeonato de Francia, la Copa de Francia, la Copa de la Liga y el Trofeo de Campeones) y alcanzó un nivel muy alto esa temporada según los observadores y especialistas del juego.

Pero hubo dos hechos que le impidieron aprovecharlo al máximo: la pandemia de coronavirus ha afectado a esta temporada con una pausa de varios meses y el PSG no logró ganar la Champions, perdiendo  en la final ante el Bayern de Múnich (1 -0, el 23 de agosto), después de un partido regular de “Ney”.

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