Moda: la venta de registros ya no es negocio

Colombia es uno de los países del mundo con menor desarrollo y protección en materia de derechos de autor para el diseño. Fuera de las marcas registradas, los productos son plagiables, a diferencia de la Unión Europea y los Estados Unidos, donde los derechos intelectuales y de autoría son igual, o incluso hasta más importantes, que los registros.

Al tener en el suelo cafetero tanta importancia los registros de marcas, muchas empresas colombianas se dedicaron a lo largo de los años a comprar registros con la intención de venderlos después a las insignias internacionales. Ese fue el caso de Cortefiel, nombre que hoy en día cuenta con dos registros en Colombia; El Corte Inglés es otro ejemplo.

Los registros de marca locales tienen gran transcendencia, sin embargo, de la misma forma que un veredicto sobre un derecho de autoría en imagen no es válido en Colombia, los empresarios asumieron que los registros de marcas extranjeras en el país pasarían por encima de los registros internacionales y podrían eventualmente cobrar importantes sumas de dinero por entregar los registros de marca a las multinacionales.

Esta semana se ratificó en Colombia que los registros locales son avalados por las respectivas Cámaras de Comercio locales y la SIC, pero, si bien los registros locales no dependen de las bases internacionales, es decir, no hay una validación de las marcas registradas en Colombia, contra la base mundial suiza, los registros internacionales si cuentan con posesión y beneficio por encima de los colombianos.

Esto dicho, las marcas colombianas que no están buscando apoderarse de marcas extranjeras en el país, sino que verdaderamente quieren registrar una nueva insignia, deberían consultar las páginas de registro mundial, de otra forma podrían estar en riesgo constante, pues de llevarse a cabo un desembarco en el país de una insignia con el mismo nombre, que posea registro mundial, su marca sería retirada.

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