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Las últimas luces en París con Miu Miu, Xuly.Bët y Ungaro
El maratón de desfiles de prêt-à-porter femenino para primavera-verano 2023 terminó el martes con muchas sorpresas. Los diseñadores volvieron a dar su visión del trágico momento que atraviesa el mundo, a través de verdaderas colecciones manifiestas. Desde la llamada a la simplicidad de Miu Miu hasta la alerta ecológica de Xuly.Bët, pasando por la búsqueda de positividad de Ungaro.
Miu Miu condensa en una sola colección el nuevo vestuario ideal, al mismo tiempo fácil y especial, deportivo y chic. Miuccia Prada parte de sus piezas más clásicas, la chaqueta, el abrigo, la camisa, la falda plisada y el punto, y las mezcla y reinterpreta con sutileza. El resultado es una colección Miu Miu muy Prada. Una colección que también parece estar fuertemente vinculada a la línea principal de la marca milanesa, presentada la semana pasada en Milán con un espíritu de nueva austeridad.
Así, la silueta mini se construye de la forma más sencilla posible a partir de una superposición de camisetas blancas y grises sobre prendas de punto ultrafinas de color beige o gris claro. La chaqueta masculina se desliza sobre un sujetador y, de forma opcional, una falda plisada o envolvente de franelas grises y lanas negras.
No puede faltar en el vestuario para el próximo verano el emblemático nylon de la casa, disponible en blanco en camisas, faldas y vestiditos con cremalleras delante o detrás, o en vestidos con tiras recogidas en el escote. Este material ultraligero también se utiliza, por supuesto, como cortavientos con modelos con cuello de camisa o en una versión caqui llevada del revés para conseguir un efecto de blusa.
El cuero se introduce en este vestuario urbano básico, inicialmente en pequeños toques, mediante sobrefaldas con grandes bolsillos de parche, algo así como una riñonera. Un buen cuero desgastado, que la diseñadora también utiliza para cortar grandes abrigos sin mangas, chalecos o chaquetas, todos ellos también con maxi bolsillos. El cuero liso y ligero se utiliza para confeccionar camisas, faldas, pantalones y shorts de diferentes colores. En otra variante, las mismas piezas son cortadas en denim desteñido para darles el mismo aspecto del cuero.
Por la noche, la chica Miu Miu se divierte con las transparencias. Una simple capa de tejido impalpable es todo lo que se necesita para componer un top y una falda, colocados directamente sobre el cuerpo, que a veces se ilumina con piedras y cristales.
Un cambio de escenario en Xuly.Bët, que cerró la Semana de la Moda el martes por la noche con un memorable y enérgico desfile público en el corazón de París, justo detrás del ayuntamiento. El diseñador de origen maliense Lamine Badian Kouyaté, ecologista antes de que fuera lo habitual, eligió la plaza Baudoyer, donde se encuentra la Academia del Clima, para celebrar el 30º aniversario de su marca. La idea era desfilar en el edificio, pero fue rechazado. No obstante, había obtenido permiso para celebrar su espectáculo en la plaza, pero fue rechazado en el último momento.
Por ello, se retiró a la vecina calle François Miron, trayendo consigo a un público numeroso y amigable. Como el sonido también estaba prohibido, las modelos salieron sin música, acompañadas únicamente por un pequeño transistor en sus manos, animadas por los "ouh ouh" y los aplausos del público.
Subidas a sandalias transparentes de tacón alto con polainas y faldas divididas, o moldeadas con vestidos y tops brillantes y enterizos blancos de Catwoman, recorrieron toda la pasarela entre los vítores del público. "¡Magnífigo!", "¡Muy bonito!", "¡Bravo!", decían los fans. Algunas de las chicas respondieron ondulando sus cuerpos e improvisando un paso de baile ante unos cuantos transeúntes desconcertados, mientras los autobuses y los taxis seguían pasando por la calle.
Un ambiente alegre, donde el nombre de la marca parece haber tomado todo su significado. Xuly.Bët significa "abre los ojos" en wolof.
"Llevamos 30 años alertando a todo el mundo del daño que nuestra profesión está haciendo al planeta. Hoy, el mundo arde, pero no pasa nada. Tenemos que gritar", dice Lamine Kouyaté en el backstage del desfile.
Autodidacta, se pasó a la moda después de estudiar arquitectura y desde el principio el diseñador sedujo a la gente con su enfoque, reciclando ropa recuperada de tiendas de segunda mano para hacer piezas únicas. Trasladado a Nueva York en 2015, hizo su gran regreso a las pasarelas parisinas en 2020.
Ungaro da un lugar de honor a la ligereza y el color. "Con la moda, tenemos el poder de hacer sonreír a la gente y darle alegría. Quería inyectar un poco de belleza en un mundo que no es realmente bello en este momento", dijo el director artístico Kobi Halperin, que se inspiró para el próximo verano en el viaje de Gauguin a Haití.
"El paraíso no sólo está allí, también puede estar aquí y en nuestra cabeza. Por eso quería crear algo especial y exótico", expresó.
El diseñador echó mano de los archivos al tiempo que reflexionaba sobre la evolución de la mujer actual, para la que diseñó un vestuario desenfadado y aireado, enfatizando el movimiento con vestidos de flecos "sexys y elegantes". Los vestidos de color amarillo o turquesa presentan el emblemático pliegue Diva, las blusas ligeras se adornan con apliques florales bordados, los trajes de vestal drapeados se imprimen con exuberantes motivos de claveles y flores.
Las chaquetas de encaje de algodón blanco dejan correr el aire. Los tops de seda elástica se combinan con pantalones cortos con flecos. Todo es ligero y fluido.
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