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Ana Ibáñez
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4 mar. 2022
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La elegancia de Rick Owens se abre paso entre los nubarrones

Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
4 mar. 2022

Pese a los nubarrones de guerra que acechan Europa, el jueves pudimos disfrutar de un momento de elegancia y grandeza de la mano de Rick Owens con un elenco etéreo que salía de entre nubes gigantes y envolventes. Un momento escultural, solitario y sensacional.


Colección Rick Owens Otoño/Invierno 2022 en París - FashionNetwork.com/Godfrey Deeny


Muchas de las modelos llevaban máquinas de niebla portátiles que iban lanzando niebla a su paso, envolviendo toda la pasarela del Palais de Tokyo. El ambiente recordaba a un enclave medieval de santos portadores de incensarios de moda.
 
Una colección diseñada antes de imaginar que la Rusia de Putin pudiera invadir Ucrania, pero en cierto modo una visión clarividente de la sociedad y la moda. Un comentario indirecto sobre la obligación de mantenerse noble, en medio del brutal ataque de un gánster megalómano a un estado soberano vecino.

Rick Owens se mueve en la frontera entre la moda y el arte, y nunca tanto como en este desfile, celebrado en el ecuador de los nueve días de la Semana de la Moda de París. No es de extrañar que los dos galeristas más modernos de Londres y París, Jay Jopling y Thaddaeus Ropac, estuvieran sentados en primera fila, sobre bancos metálicos y guardando la distancia social. Un jueves ajetreado en París, con siete desfiles oficiales en el calendario y decenas de exhibiciones y presentaciones digitales. Aunque el clímax indiscutible fue la colección de Owens, titulada "Strobe Women".
 
Un Owens más suave y sutil, irónicamente (teniendo en cuenta las imágenes de Kiev, Kharkiv y Kherson) desprovisto de la estética postapocalíptica de los últimos desfiles. Las modelos se alzaban sobre el público, sobre todos en realidad, sobre enormes plataformas con punta tipo radiador; o botas de piel recortadas hasta el muslo. Elaboradas con subproductos de la industria alimentaria y procedentes de curtidurías familiares con certificación LWG. Incluso las telas reflectantes estaban tejidas con hilo hecho de vidrio.


Colección Otoño/Invierno 2022 de Rick Owens en París - FashionNetwork.com/Godfrey Deeny


Envueltas en capas enormes; túnicas sustanciosas y capuchas con combinaciones de nylon reciclado, terciopelo, denim lavado y fieltro de alpaca, en una referencia a la gran fuente de inspiración de Rick, Joseph Beuys. Abrigos acabados con materiales escurridizos en el cuello y los hombros, como piel de serpiente o pirarucú, una piel elaborada con escamas de un pez brasileño que garantiza el uso de los peces como alimento antes de que su piel sirva para apoyar a la comunidad local.
 
"No lo digo por virtuosismo, pero creo que tenemos margen para mejorar. Me gusta fomentar la conversación que tiene el mundo de la moda sobre la responsabilidad", señaló el diseñador nacido en California, pero afincado en Venecia (Italia).
 
Aunque los pases más bellos fueron los protagonizados por exóticos vestidos de gala compuestos por lo que el gran Rick denominó "montones y montones de lentejuelas de colores empolvados". Vestidos con corte tipo columna o al bies, y acabados con enormes nudos de tela en la parte superior. Entraban y salían de entre las nubes, apareciendo y desapareciendo con la banda sonora de la 5ª sinfonía de Mahler, tristemente ideal para la tremenda guerra actual, y la cobarde invasión de Ucrania.
 
Un punto que abordó Owens en su comentario final: “Siempre me ha reconfortado el hecho de que en la historia del mundo el bien siempre ha conseguido triunfar sobre el mal. En tiempos de angustia, la belleza puede ser una forma de conservar la fe".
 
Pulchritudo bello victos.

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