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Rocío ALONSO LOPEZ
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1 oct. 2021
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La dulzura estival de Chloé y el espíritu oscuro de Raf Simons invaden París

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
1 oct. 2021

Dos escuelas se enfrentaron el cuarto día de la Semana de la Moda de París. Por un lado, la de un enfoque de la ropa más natural y responsable con Chloé a la cabeza, guiada por su nueva directora artística, Gabriela Hearst, y, por otro, una moda más conceptual y contemporánea, idealmente encarnada por Raf Simons.


Macramé y conchas en Chloe - © PixelFormula


Después de la Brasserie Lipp y los adoquines de Saint-Germain iluminados por farolas el pasado invierno, que sirvieron de escenario para grabar su primer desfile en Chloé, Gabriela Hearst ha elegido otro lugar emblemático de la capital esta temporada: las orillas del Sena, en el puerto de La Tournelle, al pie de Notre-Dame. Avanzando por el muelle, con las aguas resplandecientes al sol, con sus largos vestidos veraniegos de flecos blancos y sus joyas de conchas, las modelos parecían alargar el verano.

A la cabeza del estilo de la casa parisina del grupo Richemont desde diciembre de 2020, la diseñadora Gabriela Hearst, originaria de Uruguay y estadounidense de adopción, continúa para primavera-verano 2022 su enfoque ecorresponsable con una colección lujosa y relajada, en la que la mayoría de las piezas están fabricadas con materiales reciclados, retazos o piezas sobrantes de la casa. El uso de materiales de bajo impacto representa hasta el 58 % de este armario de primavera/verano 2022 en comparación con el 40 % del vestuario de otoño/invierno 2021/22.

La estilista privilegia las siluetas largas y sueltas. Los maxivestidos de seda cruda de color crema con efecto texturizado tienen flecos, al igual que las chaquetas y los pantalones. Otros vestidos se cierran al frente en un entrelazado de cordones enhebrados a través de una ojales metálicos. Todo está en los detalles, como los botones de cerámica vidriados a mano o unos cordones con flecos, recuperados de unas zapatillas y decorados con piedras y piezas metálicas, que crean movimiento en el borde de una camiseta.

El patchwork se aprecia en vestidos largos de cuero napa o en túnicas cortas decoradas con parches de ante multicolor o en minitúnicas hechas a mano en crochet a partir de pequeños tapetes en forma de vieiras con un efecto de mosaico. El macramé también está muy presente a través de túnicas y bolsos de rejilla multicolor y unas exóticas camisetas de rejilla aprisionando conchas marinas sobre un vestido más sobrio.


La dark lady de Raf Simons


Raf Simons nos lleva a un universo completamente distinto, en el que propuso una velada techno en el Palais Brongniart. Una impactante sirena, seguida de un largo silencio. Los primeros modelos se adentran en la oscuridad con looks totalmente negros, desde zapatos de charol con cordones (o también con tacones para las mujeres) hasta calcetines, vestidos y trajes a media pierna.

Estas prendas están tachadas con inscripciones y gráficos inspirados en conciertos de metal del género "transonizer" o "echoboomer" en colores vivos (amarillo, rojo, verde). Por lo demás, la colección creada por el diseñador belga está dominada por el negro. Pero esta vena oscura está sutilmente atravesada por una estética más sabia y burguesa, que inevitablemente recuerda al mundo de Miuccia Prada, con la que Raf Simons lleva ya tres temporadas trabajando.

Faldas plisadas, vestidos de longitud media y camisas blancas para chicas jóvenes de buena familia hacen referencia a la marca milanesa. Sin olvidar la serie de vestidos de manga corta, muy sobrios, cortados en satén, sedas y tejidos moiré con efecto nylon, que recuerdan al material favorito de Prada. En lugar del triángulo, que ahora aparece en todas las piezas de la marca milanesa, encontramos aquí de forma destacada etiquetas con la firma de Raf Simons renovada en estilo vintage.

El estilista también se divierte pellizcando los codos de camisas y suéteres con mini manos esqueléticas, para dar un nuevo volumen a las mangas. Todo el armario está construido en torno a las proporciones extragrandes, favorecidas por Raf Simons, a través de volúmenes redondeados y ovalados que envuelven el cuerpo. Maxichaquetas, grandes suéteres de jacquard y camisas oversize con puños gigantes que cubren por completo las manos.

Los hombres y las mujeres llevan invariablemente los mismos conjuntos midi con chaquetas grandes y vestidos de túnica con bordes sin rematar colocados encima de otras capas de tela deshilachada, como si el forro sobresaliera de la prenda. Los chicos simplemente cambian la falda plisada por una falda taparrabos con una abertura en la parte delantera. Un pañuelo de colores con visera, colocado sobre la cabeza, completa el look.

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