Cinco provincias argentinas se unen para darle valor a la cachemira nacional

Por:

Ayelén Iñigo

Publicado el
21 may. 2019

Durante los últimos nueve meses se está llevando a cabo un proyecto que unió a cinco provincias argentinas para agregar valor textil a las fibras especiales de la Patagonia como la cachemira.

Originalmente la propuesta fue impulsada por Florencia Alonso y Nicolás Martignone, quienes solicitaron la asistencia técnica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Tal como informa el INTA Bariloche, la fibra fue adquirida de la Corporación de Desarrollo de la Cuenca del Curi-Leuvú de Neuquén, conocida como CORDECC. De allí la fibra fue trasladada a una planta descerdadora de Santa Cruz, donde se separan las fibras de cashmere. 

"Tenemos un punto crítico que afecta la sostenibilidad económica de esta cadena y es el bajo rendimiento de fibra de cachemira post descerdado, cercano al 10 %, para lo cual debemos hacer una importante transferencia tecnológica al sector primario y mejorar la cosecha de materia prima” dijo en un comunicado Diego Sacchero del INTA Bariloche.

La cachemira fue luego llevada a la Cooperativa Lanera Trelew LTDA en la provincia de Chubut, donde se desarrollaron dos tipos de hilados. Finalmente, las bobinas de hilos fueron trasladadas a Tejidos Raquel, en Buenos Aires, donde se confeccionaron los suéteres.

Los laboratorios del INTA Bariloche y Trelew participaron en todas las etapas del proceso, realizando supervisiones y análisis de calidad de muestras y de eficiencia de procesos. También se recolectaron datos para luego avanzar en la mejora de calidad de toda la cadena que permita explotar el potencial de la cachemira patagónica.

"Necesitamos seguir mejorando estos productos hasta que alcancen la excelencia, confort y calidad que buscan los consumidores de prendas de cachemira", destacó Florencia Alonso, una de las impulsoras del proyecto.