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Natalia Carrazon
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13 feb. 2018
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Carolina Herrera presenta su último desfile como diseñadora de su firma

Traducido por
Natalia Carrazon
Publicado el
13 feb. 2018

Carolina Herrera presentó este lunes su último desfile como diseñadora de su firma homónima, con 25 mini versiones de sí misma. Las elegantes modelos desfilaron con su característica camisa masculina blanca y largas faldas de tafetán atadas por un grueso cinturón con una enorme hebilla.
 

Carolina Herrera - Fall-Winter2018 - Womenswear - New York - © PixelFormula



Presentado dentro del Museo de Arte Moderno, el desfile se convirtió en toda una emocional despedida cuando la diseñadora venezolana salió para recibir su última ovación junto su equipo de artesanos, vestidos con sus míticas chaquetas de laboratorio blancas y los ojos llorosos.

“¡Me siento liberada de haber completado la colección!”, exclamó Herrera mientras una oleada de buenos deseos inundaba a la diseñadora con elogios.

“Seguiré estando ocupada con la compañía, así que creo que tendré mucho que hacer”, sonrió la diseñadora de 79 años, que ha vestido a gran parte de las primeras damas de la Casa Blanca, desde Jacqueline Kennedy, Laura Bush, Michelle Obama y Melania Trump.

Tal y como se hizo público el pasado viernes, en una elección casi por sorpresa, el diseñador Wes Gordon reemplazará a Herrera como director creativo de la casa, con quien lanzará su primera colección el próximo mes de septiembre.

Con Calvin Klein, Katie Holmes y Olivia Palermo en la primera fila, Herrera arrancó el desfile con una serie de conjuntos en blanco y negro con blusas de georgette y faldas de gazar. Tras este austero comienzo, el desfile cambió de marcha con los clásicos de la diseñadora: vestidos de estampado animal metalizado y plumas de avestruz, diseños florales y vestidos de tafetán de seda con mangas de lazo y fino encaje. Un emocionante recordatorio de que no hay ninguna otra casa en Nueva York que realice una costura con un acabado de tanta calidad como el de Herrera.

“¡Impresionante! ¡Cómo podría alguien no enamorarse de veinte Carolinas Herrera!”, subrayó Klein tras abrazar a la diseñadora.

El desfile de este lunes fue la caída del telón de la carrera de la diseñadora, que comenzó en el Metropolitan Club de Manhattan en 1980 con el inmediato aclamo de la crítica. La firma creció hasta convertirse en el negocio de mil millones que es ahora, con un importante negocio de perfumes y la creciente difusión de la colección CH. Actualmente, la firma está en manos de la familia Puig, el grupo catalán que también es dueño de Paco Rabanne, Nina Ricci y Jean Paul Gaultier.

“Creo que ha sido un bello final para Carolina y estamos muy contentos de la transición. Carolina siempre será una gran leyenda de la moda”, afirmó Marco Puig, el CEO del grupo.

El cambio, sin embargo, tiene un riesgo inevitable. Si pensamos en los cambios de guardia de grandes casas americanas, pocas han seguido a flote tras la salida de su fundador. Perry Ellis ha prácticamente desaparecido, al igual que les ha ocurrido a Bill Blass y Geoffrey Beene. Oscar de la Renta no está exactamente en auge, mientras Calvin Klein, tras una década de débil crecimiento, parece que comienza a remontar bajo la dirección de Raf Simons.

“Esperemos que nos vaya un poco mejor que a la media”, apuntó Puig.

Resumiendo el estado de ánimo en este show en el MOMA estaba el marido de Herrera. “¿Que cómo me siento? ¡Aliviado! Pensé que se dedicaría a la moda unos tres meses y, en cambio, acabó durando 30 años!”, rió su marido Reinaldo Herrera.

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