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Balenciaga toma medidas tras sus polémicas campañas publicitarias
Las protestas por los inquietantes anuncios con niños hipersexualizados han llevado a Balenciaga a revisar su organización. La marca del Grupo Kering, dirigida por el diseñador Demna, ha emitido un nuevo comunicado en el que admite su responsabilidad y anuncia diversas medidas para revisar sus procesos. Sin embargo, no explicó concretamente en qué consisten estas medidas.
"Estamos revisando de cerca nuestra organización colectiva y nuestros métodos de funcionamiento", afirmó Balenciaga, declarando su intención de "reforzar las estructuras en torno a (sus) procesos creativos y pasos de validación".
"Queremos asegurarnos de que los nuevos controles marcan una evolución y evitan que esto vuelva a ocurrir", indicó la firma. Además, dice que quiere "sentar las bases con las organizaciones de protección de la infancia para acabar con el abuso y la explotación de los niños", sin dar más detalles.
En su última campaña publicitaria, Balenciaga ha presentado a niños en medio de artículos del hogar, sosteniendo bolsas de osos de peluche con trajes sadomasoquistas. En otra foto de la campaña primavera-verano 2023 centrada en la colaboración con Adidas, los internautas vieron un extracto de una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre pornografía infantil de fondo entre documentos que simulaban un entorno de oficina.
En cuanto a la campaña con los niños, que fue retirada inmediatamente, la empresa admite que "fue una mala elección de Balenciaga, combinada con (su) incapacidad para evaluar y validar las imágenes. La responsabilidad de esto recae exclusivamente en Balenciaga".
En el segundo caso, afirma que "todos los elementos incluidos en este rodaje fueron proporcionados por terceros que confirmaron por escrito que estos elementos eran documentos de oficina falsos. Resultó que se trataba de auténticos papeles legales, probablemente del rodaje de una serie de televisión. La presencia de estos documentos no aprobados es el resultado de una negligencia temeraria por la que Balenciaga ha presentado una denuncia”.
La empresa ha presentado una demanda en el Tribunal Supremo de Manhattan, en Nueva York, contra la productora North Six Inc. y el escenógrafo Nicholas des Jardins, reclamando 25 millones de dólares. Una vez más, Balenciaga dice que asume "toda la responsabilidad por (su) falta de seguimiento y control de los documentos de base", señalando que "podría haber hecho las cosas de otra manera". Y reitera "sus sinceras disculpas por la ofensa que ha causado", extendiendo sus disculpas "a los talentos y socios".
Balenciaga juega a menudo a la provocación, una carta que ha garantizado su éxito hasta ahora. Pero desde que las zapatillas destruidas y otras bolsas de basura se vendieron por 1500 euros y más, su director artístico parece estar pasándose de la raya. Como su último desfile en octubre, sumergiendo a los modelos como refugiados de guerra en un campo lleno de lodo, inaugurado por el controvertido rapero estadounidense Kanye West, del que la marca se desvinculó posteriormente. Respecto a este último episodio, Demna publicó en su cuenta de Instagram las declaraciones oficiales de la casa, sin comentar directamente el caso.
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