Por
EFE
Publicado el
1 dic. 2014
Tiempo de lectura
4 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

La falsificación de perfumes es un delito que siempre vuelve por Navidad

Por
EFE
Publicado el
1 dic. 2014

Madrid - Llega la Navidad, y la falsificación de perfumes se multiplica. En cualquier esquina se pueden adquirir aromas de grandes firmas a precios de saldo, poco dinero que no garantiza la salud del consumidor ni la calidad del producto y esconde uno de los tráficos ilegales más importantes del mundo.

En la época navideña, el mercado de perfumes aumenta sus ventas un 60 por ciento, algo que las grandes mafias, que actúan como empresas, aprovechan para desplegar todo un arsenal de productos con los que seducir al consumidor.

Foto: Corbis - Foto: Corbis


Detrás de un perfume, hay más de un año de investigación no solo para dar con el aroma y testarlo, sino también para diseñar el frasco y el envase, un proceso sujeto a los requisitos técnicos exigidos en un reglamento europeo.

"Es mucho tiempo para que alguien, alegremente, realice falsificaciones y lo venda diez veces más barato", ha explicado el perfumista y director técnico de Perfumes Loewe, Emilio Valeros, durante el tercer desayuno informativo "Conversaciones con la belleza", organizado por Efe Estilo.

Desde Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), se advierte de los peligros para la salud de las fragancias y cosméticos falsos, pues han constatado que producen intoxicaciones por inhalación, irritación ocular, dermatitis, reacciones alérgicas severas o manchas en la piel.

"La falsificación de perfumes es un delito penal", dice Fernando Magariños, asesor jurídico de Stanpa, quien desvela que en el 2013 se incautaron en la Unión Europea casi 36 millones de falsificaciones, de las cuales un 9 por ciento eran perfumes y cosméticos.

En el "ranking" total de productos, España ocupa el segundo puesto en número de incautaciones en Europa, lo que supone un 12 por ciento de incremento respecto al año anterior.

"Estas falsificaciones, que se realizan principalmente en China y Hong Kong, están unidas al crimen organizado", asegura Mónica Dopico, jefe de la Sección de Propiedad Intelectual e Industrial del Cuerpo Nacional de la Policía.

Según la inspectora, detrás de la inocente compra de un perfume que se sabe que es falsificado, existe explotación infantil y laboral, evasión de capitales, blanqueo de dinero y fraude del IVA, una cadena de delitos que caminan de la mano del tráfico de drogas y fármacos.

Ante esta situación, Daniel Rubio, presidente de la asociación de consumidores Facua Madrid, se lamenta de que las sanciones ante este delito sean "insuficientes y rentables" para el falsificador.

"El consumidor es consciente de que lo que compra en un esquina o mercadillo es falso; por eso, nosotros apenas recibimos denuncias", cuenta Rubio, quien asegura que "sería conveniente realizar campañas de publicidad, tan directas como las de la Dirección General de Tráfico, que conciencien al consumidor sobre la serie de delitos que se esconden detrás de un aroma falsificado".

Un perfume es olor, es una materia no tangible, es una fórmula secreta, sin patente, lo que le hace vulnerable ante la justicia.

"La legislación es un desastre, pocos jueces y sin especialización; la judicatura está anclada en el siglo XVIII", asegura Dopico, quien hace un llamamiento para que desde los ayuntamientos se haga una "labor de vigilancia en los mercadillos y se retiren licencias".

Ante las falsificaciones, las grandes firmas del lujo no se rinden, muy al contrario, se especializan e invierten más en investigación y desarrollo de su producto.

"Loewe compra las moléculas de última generación y materias primas de calidad para confeccionar perfumes exclusivos, que sean difíciles de copiar", dice Valeros.

Pero las falsificaciones no solo las vende el "mantero"; existe toda una red, incluida la venta "online", que distribuye perfumes de lujo a precios irrisorios. "Dubai se ha convertido en un puerto pirata desde el que se distribuye a Turquía, Marruecos y Grecia, países que abren la venta al resto de Europa", cuenta la inspectora Dopico.

Según ella, mucha gente tiene la filosofía de "Robin Hood: robar a los grandes no es delito", pero hay que tratar de concienciar al consumidor para proteger a las marcas de la piratería, una industria que el año pasado perdió más de 50.000 empleos en Europa, según el informe de la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI), pero que generó en España 35.000 puestos de trabajo.

"Se puede ir bien perfumado sin necesidad de delinquir", concluye Mariño; por suerte, en el mercado español del perfume existe un gran abanico de fragancias, de diferentes precios, que embriagan al consumidor con garantías sanitarias y de calidad, siempre que se adquieran en establecimientos especializados.

© EFE 2024. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.